Aspectos positivos de la estancia:

Calidad-precio extraordinaria. Atención personalizada.- Instalaciones agradables.- Uso gratuito del spa.- Excelente ubicación.- Habitación amplia y cómoda.- Desayuno variado y delicioso.- Personal atento y amable

La habitación elegida era la que tenía vista al lago y fue más allá de las expectativas: una maravillosa vista de todo el lago y del hundimiento de Moritz. También estaba bien amueblado, con colchones cómodos. 2 almohadas de plumas y cómodos sillones frente a la ventana. El baño era pequeño pero cómodo y perfectamente limpio. Excelente amabilidad y cortesía en la recepción y de todo el personal. También una excelente ubicación, muy cerca del centro. Muy buen desayuno.

El aparcamiento adjunto al hotel no garantiza un lugar para todos los huéspedes cuando el hotel está lleno: llegamos el sábado alrededor de la 1 pm y encontramos el último lugar muy estrecho. Los que llegaron más tarde no encontraron un lugar. También había una gruesa capa de hielo en el suelo. Por la noche hacía un poco de frío en la habitación.

El hotel era de lujo y perfecto, con miembros del personal extremadamente serviciales y un bar en la terraza. El cuarto era espacioso, con camas geniales. La mejor parte fue la vista panorámica al mar. Tenía un parking en la propiedad y un servicio excelente. La ubicación era genial, muy cerca del centro de la ciudad y de la estación de autobús.

El hotel está muy bien ubicado, cerca del centro y de la estación de tren. La habitación es amplia, cómoda y bonita, con una ventana y balcón grande. El baño es bonito y nuevo, con una ducha de hidromasaje. El desayuno es bastante bueno, con una variedad de quesos riquísimos para elegir. El personal del hotel es muy atento y amable.

Recomiendo este hotel, es total.

Es un lugar impecable y maravilloso, tiene unas vistas increíbles del lago El personal es asombrosamente eficiente y muy flexible, te ofrecen un servicio excepcional. Una ubicación perfecta y excelente en una zona comercial, lo suficientemente cerca del centro de la ciudad, de paradas de autobús, de una estación de tren. Me ha encantado todo, os lo aconsejo.

Que estuviese en el centro de la ciudad fue genial. Nuestro desayuno estaba abundante con una gran vista.

Este hotel es una joya escondida en las montañas suizas. Desde el momento en que llegamos, nos sentimos bienvenidos y bien atendidos por el amable personal del hotel. Nuestra habitación era espaciosa y tenía una vista impresionante. La cama era muy cómoda, lo que significó que tuvimos una noche de sueño reparador. Además, el desayuno incluido fue simplemente delicioso, especialmente cuando lo disfrutamos con las maravillosas vistas del lago y las montañas nevadas.

Todo estuvo bien, nada que mejorar.

Un hotel muy bonito con una hermosa vista al lago y una gran ubicación a sólo 200 metros del centro de la ciudad. Tiene una hermosa terraza con vistas al lago, donde sentado en cómodos sillones se puede admirar la vista y disfrutar de las excelentes bebidas del bien surtido bar americano. Todo el personal fue muy amable y servicial, con un particular elogio al agradable regalo que nos dieron a nuestra llegada con una mejora gratuita de la habitación, es decir, darnos una hermosa habitación con vista al lago, en lugar de la estándar que reservamos. Fantástica la habitación, donde además de la impresionante vista del lago, hay una bonita sala de estar con escritorio, una TV inteligente con canales internacionales y un completo minibar. Un desayuno fabuloso, con mucha comida dulce y salada y bebidas de todo tipo. WIFI gratis en todo el hotel. Excelente relación calidad-precio, felicidades y feliz de haberos conocido. (visitado el 23.07.2018)

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El hotel es definitivamente vintage, al estilo de los hoteles de montaña que eran. A mí personalmente me gustó y, de hecho, lo encuentro más apropiado para un lugar de montaña, aunque elegante, que edificios más modernos. Nuestra habitación es limpia, cómoda, con cama y almohadas. Un elogio al baño, cuya ducha de chorros múltiples fue muy apreciada. Buen desayuno, aunque es cierto que los pasteles son pocos: se apreciaría un poco más de pastel o galleta. Por otro lado, debo decir que los croissants son excelentes. No hemos probado el restaurante, así que no sabría decir. Lo mejor de todo: la posición, con vistas al lago y a 300 metros del centro. Arriba.

El estacionamiento es, honestamente, para ser mejorado. Se da como presente en los distintos sitios pero los aparcamientos serán como máximo 10 y yo, en 4 días, nunca he encontrado un sitio. Se remedia con el aparcamiento público de pago a 200 metros del hotel (franjas azules a lo largo de la carretera) pero con la modesta cantidad de 2 francos por hora y con un máximo de 4 horas. Realmente incómodo y no proporcional a todas las otras excelentes características del hotel.

¡Qué hotel increíble! La habitación era espaciosa y tenía unas vistas alucinantes de las montañas. El desayuno era delicioso y el personal era súper amable. Además, pudimos visitar el renovado Museo Segantini y jugar al golf en dos campos increíbles. ¡Fue una experiencia inolvidable!

Solo pediría que hubiera más opciones de entretenimiento nocturno para jóvenes fiesteros como nosotros. Pero en general, la estadía fue asombrosa.

El desayuno fue bueno pero no excepcional: abundante en postres un poco menos en lo salado. La ubicación era genial, muy cerca del centro. Las habitaciones con vista al lago eran encantadoras. La cama era cómoda y en general la habitación (que constaba de una antesala con armario, un dormitorio con otro armario y un baño) era muy acogedora y también con una pequeña terraza. El personal, en su mayoría italiano, era muy educado, profesional y muy bien educado.

Mejoraría el baño que tenía la ducha dentro de la bañera (cerrada con la clásica cortina) y en la bañera no había ni siquiera una alfombra antideslizante y esto es peligroso cuando se usa la ducha. El baño también estaba muy limpio. También habría esperado algo más que dos pequeños jabones. En cambio, las toallas abundaban. . Tampoco me entusiasmó la alfombra que cubría el suelo del dormitorio: aunque le daba a la habitación un aspecto acogedor, la alfombra tiende a absorber los olores fácilmente y la nuestra parecía oler un poco a humo de cigarrillo.

Me dieron una habitación encantadora y romántica y práctica, con un buen diseño con vistas increíbles y un sofá y un buen café. El desayuno era generoso y saludable con una gran vista, la comida estaba buenísima. La ubicación era perfecta, super cerca de un restaurante, de la parada de autobús y de fácil acceso. Todo el personal era inteligente y activo, solucionó mis problemas.

Hotel encantador, bien conservado y decorado con gusto. Habitación espaciosa con terraza. Baño nuevo con ducha de hidromasaje. Cena exquisita, desayuno completo. Increíbles vistas al lago y los alpes nevados. Personal atento y amable.

Nada de nada.

Habitación grande muy bien amueblada, con buena vista al lago y muy buen desayuno

Hotel bien conservado y decoración agradable. Amplias habitaciones con terraza y baño nuevo con hidromasaje. Cena exquisita y desayuno variado con vistas al lago y los Alpes desde el comedor. Personal atento y amable. Buena ubicación cerca del centro y la estación de tren. Spa gratuito en invierno.